viernes, 17 de abril de 2009

Buscando perdón




No soy de las personas que se cansa al pedir perdón. Normalmente me siento tan mal de hacerle algo a alguien que quiero que me desvivo en perdones hasta que, o me perdona o me grita que me perdona para que no moleste mas.



En este caso es un poco más complicado. Me pregunta ella porqué le compro regalos y me reclama que no debo comprarle nada y menos por lo que pasó hoy en el almuerzo y en la cena, yo no sé que responder porque solo quiero que se sienta bien, en realidad el regalo no fue por culpa sino por intentar arrancar una sonrisa de ese rostro que ahora es sombrío y se escapa de mi radar siempre que puede.



Perdóname, a mi me ensenaron a pedir perdón comprando cosas y hoy lo hice. Sé que no es la forma correcta pero lo único que me falta es saltar cual mono a ver si te ríes. Yo me reiría si tu saltaras como mono, en realidad, me reiría porque no te saldría el salto ese del mono, pero agradecería y apreciaría el intento con una gran risotada.



Hay temas que uno no debe tocar con alguien y cosas que uno no debe decirle a alguien, el problema es que a pesar de que lo sé no logro recordarlo en el momento adecuado, esto quiere decir que soy una desmemoriada? O que simplemente mi grado de estupidez crece con los días?



Si tuviera la oportunidad de retroceder el tiempo volvería a las 4 de la tarde de hoy cuando sacudía al pato Donald que indiscretamente se metió entre las sabanas. Esas cuatro de la tarde que nos hacen salir corriendo y quedarnos botadas en un lugar que no conocemos porque hemos salido tarde para ir a tu cita con el médico, aquel medico (o aspirante a serlo) que te mira con deseo (por lo menos es lo que creo) y al que miro con cierta cólera (y se da cuenta).



Pienso en rendirme y bailar cual mono loco para que aquella señorita, que probablemente este leyendo esto, me perdone. Realmente mientras escribo pienso en que si comprar aquel regalo fue un avance o la molesté mas. No puedo evitar reírme de mi ocurrencia, como se me ocurre comprar un regalo, rogarle a la señorita que use el papel de corazones y le ponga aquel moño rojo que me encanto. Odie a la señorita de la tienda.



Buenas noches – dice la señorita



Que tal, por favor para regalo – digo



Para niño o niña? – pregunta ella muy inocente y amable hasta el momento



El de corazones por favor – digo apurada y emocionada porque quiero que lo envuelva y deje de hacer tantas preguntas



Desea que lo envuelva en bolsita o como regalo normal? – me dice con la paciencia del mundo.



Regalo normal? Como es que un regalo es anormal? – pienso, pero mantengo la compostura y el silencio que corresponde.



En bolsa está bien – digo



Lo desea con moño? – dice sin siquiera mover las manos



Si señorita, quiero un regalo completo – digo con una voz jodida



Si claro, un momento por favor – me dice mientras comienza a mover las manos, buscar el papel de corazones y armar el bendito moño. La armada de moño le demoro tanto que pensé por un momento que le había pedido armar un árbol de navidad con una mano y apoyada en el pie derecho mientras saca la lengua. Aun no entiendo que de especial tenía ese moño pero quedó lindo.



Al fin me dio el regalo, selló mi ticket de compra y salí corriendo antes que me dijera el “speech” final de estas tiendas.



Todo eso tuve que pasar para dar este regalo que al final solo jodió más las cosas.
Finalmente, aun sigo sin entender porque yo perdono tan rápido y a la gente le cuesta tanto perdonarme. Acepto sin dudar que digo tonterías, soy bastante distraída y a veces hablo de más pero cuando pido perdón lo hago con la mayor sinceridad del mundo y no hay pelea que me aleje de la tristeza que me da que no me mires ni me hables como siempre.



Perdón, perdón, perdón.



Me perdonas?

2 comentarios:

  1. Espero que te perdone.
    A mí también me enseñaron a perdonar dando regalos, y los doy, y mucho.
    Y también pido perdón, hasta quedarme sin voz, y a veces sin lágrimas.
    Saludos.

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  2. No me imagino pidiendo perdón así... Pero mejor no digo nada, seguramente ya me llegará la hora...

    Saludos, y suerte, espero que recibas el perdón que buscas.

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