sábado, 25 de abril de 2009

dicen...


Dicen que cuando uno está triste escribe mejor y que cuando la felicidad abunda no nos sale la inspiración porque tomamos las vivencias como normales.


Hoy soy feliz y aun tengo inspiración porque solo logro pensar en lo increíble que se ve el futuro para mí. Tengo muchas cosas porque agradecer y no me importa si es normal, no normal, insulso o simplemente estúpido.


Dicen que perdonar es más fácil si uno ama de verdad.


Perdonar se hace más difícil mientras más enamorada estas, porque si hay que perdonar es porque algo nos ha hecho daño, mientras más amamos más daño nos hacen.


Dicen que la mentira tiene patas cortas y que al final siempre sale la verdad.


La mentira no tiene patas, se queda pegada en la cabeza y en el corazón. No me importaría que tuviera patas cortas aunque sea así podría irse.


Dicen que uno se debe enamorar con la cabeza para escoger a la persona adecuada.


El maestro (Ricardo Arjona) dice en una de sus canciones que no hay que escoger con la cabeza lo que es del corazón. Y si yo escogiera con la cabeza probablemente no me hubiera enamorado, porque es en exceso complicado y más si es de una mujer.


Dicen que las últimas oportunidades nunca son las últimas.


Tienen razón siempre habrá una última oportunidad para intentar ser feliz y para remendar errores.


Dicen tantas cosas que es mejor solo pasar de largo sin tomar muy en serio lo que se escucha.
Yo escribo triste y escribo feliz, se me hace difícil perdonar cuando amo, las mentiras se me quedan pegadas al corazón, me enamoro con el corazón y siempre le daré una oportunidad a lo que siento. Le dimos una oportunidad y eso me hace feliz.

p.d: entrada dedicada a la mujer que me cambia el animo y me llena de felicidad.

martes, 21 de abril de 2009

tengo un virus y lo odio


Yo imagino que es algún virus escondido en mi cuerpo que se está reproduciendo o simplemente quiere joderme la vida.

Mis síntomas son:

- Tengo la boca y el esófago seco
- Me siento débil
- No pruebo bocado porque no me provoca
- No me provoca nada (ni helados… lo cual en mi es bastante raro… yo pasaría la vida comiendo helados)
- Me mareo
- Me dan nauseas los olores de comidas
- Me muero de sed todo el tiempo

Mi mamá cree que estoy embarazada y es bastante gracioso porque mi cara de “mamá por favor, la naturaleza aún no nos ayuda” es demasiado incluso para mí.
Me hace bien saber que todo se arregla cuando uno tiene ganas y sobre todo cuando bajas mis defensas con un beso, gracias.

Pensé en un momento que estaba triste y por eso no comía ni tenía ganas de nada, por tristeza uno hace cosas que no se imagina y entre ellas está dejar de comer, no le sientes sabor a las cosas ni quieres siquiera que algo toque tu cuerpo, pero esto que siento no es tristeza ni depresión ni nada, es un maldito virus que no sé que es.

No hay nada que odie más que no saber qué me pasa, yo entiendo que el médico me diga que tengo una enfermedad y me de mi receta pero no saber qué tengo me desespera. La verdad que ya no importa qué es lo que me diga, si me dejo sacar sangre una vez al mes creo que podré resistir todo (deben todos saber que le tengo fobia a las agujas, lloro, grito, corro, me desespero, me desmayo y la señorita que atiende en la clínica se ríe de mí y me tiene paciencia pero nunca me dan ni un globo y menos un caramelo porque los análisis que me voy a sacar son para controlar mi nivel de azúcar).

Quiero volver a comer, es mas ya no me importa si soy muy gorda o si bajo de peso solo quiero volverle a sentir sabor a la comida, no es mucho pedir.

Mañana iré al médico y realmente espero que el señor o la señora me diga que es lo que tengo que hacer, espero que no me mande análisis y espero que no tenga que ponerme suero porque ahí si me muero del pánico. Lo bueno es que mi señorita novia me acompañara y podrá llamarme si salgo corriendo porque me van a meter alguna aguja a mi cuerpo.

Virus, si me puedes escuchar… te odio!

lunes, 20 de abril de 2009

si tuviera que hablar



Ni tu ni yo somos las personas más increíbles del mundo. No somos perfectas y menos yo, pero si pudiera decir algunas cosas y tu las pudieras entender.


1. No odio a tu familia ni le tengo celos. Los quiero muchísimo y no sé cómo no te das cuenta. Si los odiara o les tendría celos no saldría con ellos o les llevaría cosas de vez en cuando porque sé que a alguien le puede gustar, no saldría a mojarme con ellos y a reírme y pasarla bien como la paso. (Quizá a veces me gustaría tener un poco de eso y que sea mío)


2. Nunca fue mi intención hablar de alguien del pasado tanto tiempo, creo que fue y es mi miedo a perderte y ahora mi peor miedo se ha convertido en realidad.


3. No sé si nos hemos convertido en lo que no queríamos pero sé que no somos lo que queríamos.


4. Aun no sé si las cosas se arreglan en la cama pero sé que pase lo que pase quiero sentir el olor de tu piel otra vez porque es algo que no puedo olvidar.


5. Tu libertad y la mía son lo primordial y lo hemos olvidado, se que con el tiempo nos hemos hecho compañeras y ya no somos lo que éramos. Me he dado cuenta en estos días que yo también la necesito.


6. Si debo confesar algo… yo también tuve ganas de salir hace tiempo, correr y no regresar más. Por alguna extraña razón hablamos y lograste que te crea y me di cuenta de porque te amo como lo hago (aunque ahora la palabra amar sea muy fuerte).


7. Mis celos son producto de mis ganas. Creo que mis celos dejaron de ser graciosos cuando se trata de alguien más, por algún motivo (que aun no se cual es) dejé de ser graciosa con el tema y parecen problemas grandes cuando no lo son.


8. Mis intenciones y sentimientos siguen siendo los mismos que cuando te conocí, cuando hablábamos por teléfono hasta las 6 de la mañana, cuando te quedabas esperándome en casa a que llegara de trabajar, cuando te abrazaba por la espalda y te pedía que te quedaras así solo un minuto más, cuando caminábamos de la mano por la lluvia de Orlando y cuando pasábamos días interminables en tu cama viendo película tras película con un bowl grande de canchita y cuando los besos no nos eran tan mezquinos, cuando besarnos y decirnos que nos amábamos con locura no era una obligación sino salía sin darnos cuenta y cuando teníamos el amor tan grande que a cualquiera que nos llamara le respondíamos “si mi amor que pasa?” y luego nos moríamos de la vergüenza porque habíamos hecho el ridículo. Y la intensidad en mi caso sigue siendo exactamente la misma, daría mis ojos para que tú no dejes de ver.


9. No soy perfecta y lo reconozco, soy un poco loca pero dentro de mi locura hay una parte de mi que sabe que estamos mal, que las cosas se deben arreglar, no sé cómo pero sé que deseo verte, deseo poder conversar de esto y que me creas pero sobretodo deseo romper esas barreras en tu cabeza que te hacen pensar todo eso de mi y que te hacen encasillar todos los problemas en tres o cuatro temas principales.


10. Ya no nos queremos como antes verdad? Nos queremos cada vez menos porque no nos soportamos pero al final del día, cuando todos se van a dormir, cuando las luces de la casa se apagan, que se te antoja?
A mí se me antoja cerrar los ojos y que me digas “buenas noches gorda, duerme bien” encajar en tu cuerpo y sentir como besas mi frente mientras juego con tu cabeza como te gusta.


11. Gordita, está bien pelear, está bien que pasemos por esto, está bien que estos últimos días no nos toleremos. Si tu y yo tenemos ganas de arreglar las cosas y si buscamos hoy y nos damos cuenta que lo que hay dentro de nosotros es ese amor que nos teníamos y que proclamábamos en cada página web que nos permitía estar comunicadas en el 2006, entonces podremos superarlo. Si te das cuenta que dentro tuyo no hay nada más que un gran cariño por mi entonces las cosas deben terminar. Olvidemos a todos los demás, entendí que este problema no es por nadie más, esto es por nosotras, porque no nos comprendemos.


12. No quiero tus claves, ni tus mails, ni nada. Solo quiero que (pase lo que pase) me perdones por pensar que esto era por alguien más, realmente comprendí que los problemas nunca son por alguien siempre son de dos. Lamento haberte causado todas esos malos días, malograrte tantos almuerzos o cenas de los cuales podría disfrutar y sobretodo lamento sentirnos perdidas en algo donde solo nos sentíamos seguras y tranquilas.


13. No tienes que decirme que todo está bien o que lo estará, yo sé que quizá no lo esté. Quiero que respires tranquila y que seas feliz (aun así sea sin mi) siempre lo he querido y lo sabes.


Por último quiero que sepas que daría todo porque no salgas corriendo y si tienes que salir entonces espero que en algún momento pueda darte el alcance. Yo no quiero hacerte daño ni aferrarme a algo que quizá no existe para ti porque solo me haría daño a mi misma y eso es peor.

Si decidimos luchar por esto, dejemos lo malo atrás, ¿Porque la gente se esfuerza en pensar en todo lo malo que pasa y analizar si vale la pena tener todo eso malo y no piensa o se acuerda todo lo bueno y piensa si vale la pena perder todo eso?

Yo lo hice


domingo, 19 de abril de 2009

mi insana cordura




Anoche despedí a una amiga, se va a Baltimore a que le hagan una operación delicada porque tiene algo complicado en la cabeza y es mejor que lo saquen o lo paralicen o algo parecido a lo que se suele ver en “medicina extraordinaria” por la tele.



Por alguna extraña razón mientras esperábamos en el auto a mi aun señorita novia nos dimos libertades que no pensábamos tener (o por lo menos yo pensaba que no teníamos) hablamos de cosas intimas, nos contamos secretos que realmente eran secretos, nos dijimos cosas muy graciosas e hicimos ciertas promesas solo si en algún momento pasara algo malo.



Me dejó encargadas sus cajas de navidad, el Word con clave que tiene su amiga y que llegará a mí en cualquier momento si algo malo le llegara a pasar y que prometió mandar así regrese, me golpeó más de la cuenta porque dice que soy una terca y una engreída y sobretodo me dijo que me quería mucho.



Al final de la noche después de un gran recorrido por las pistas limeñas y los respectivos cigarros, las tres nos dirigimos a comer. Hasta ahora no sé si fue mala decisión porque de pronto se desenredó una discusión que no sé de donde salió, éramos las tres peleando por algo que no tiene remedio, así que yo preferí hacer uso de mi cordura (la cual no me queda mucho) y decidí quedarme en silencio, no decir nada y solo escuchar.



No puedo negar que me sentí bien de que mi amiga dijera algunas cosas y que me sentí morir cuando dijo otras pero al final hizo algo que nadie había hecho antes por mí, se decidió a enfrentar a alguien y decir una frase que me llenó la noche de alegría “no te das cuenta de a quien tienes al frente”. Después de escuchar eso quede pasmada, la verdad no supe qué hacer ni que decir pero me encantó saber que de alguna manera ella se había dado cuenta de lo que tenia al frente y que habíamos llegado a un grado de amistad o de complicidad mas allá del superficial.



Por primera vez mi cordura funcionó y creo que hace bien quedarse callada (aunque en realidad quería salir de ese auto rojo despavorida).



Anoche aprendí:



- Que cuando uno calla puede llegar a escuchar cosas que te suben la autoestima y que pueden arrancarte una sonrisa sin ser un chiste.
- Que cuando alguien no te quiere decir que te ama lo último que hay que hacer, es pedirlo.
- Que las promesas son mejor si vienen con los ojos mojados.
- Que hay gente que no arregla las cosas a besos pero que tampoco se queda a hablar.
- Que uno tiene derecho a ser feliz y a ser la primera en la vida de alguien.




Creo que después de estas buenas lecciones no tengo más que agradecerle a quien me las enseñó.




Gracias monce por la noche de ayer, y aunque digas que no vas a regresar yo sé que sí porque, la verdad, eres más jodida que yo así que o regresas o regresas.



sábado, 18 de abril de 2009

Por otra


Hace más o menos 2 años y medio dejé todo por alguien. Cuando digo "todo" me refiero a TODO, dejé a mi actual pareja, a los amigos que eso traía, mi vida cómoda y sin compromisos, mis fiestas los fines de semana y mi costumbre maravillosa de ver mujeres y tener a un par de ellas.


Hoy debo decir que no me arrepiento. Es verdad que todo cambio es porque uno quiere y yo quise, yo decidí dejar todo y ser su fiel devota, mirarla y no tener mayor objetivo en mi vida que formarme junto a ella y hacerla feliz.


Ahora las cosas sin diferentes, dicen que todo lo que se hace se paga, y estoy comenzando a pensar que es cierto. Ella dejó todo por mí y ahora deja todo por ella. Me gustaría ser ella, me gustaría que desafiara la confianza, el futuro, los planes, las reglas y los sentimientos de alguien más por estar siempre en contacto conmigo. Creo que estos son los momentos en los que uno se da cuenta que la vida no es como parece, que justo cuando entregas todo y crees que eres lo mejor para alguien resulta que no lo eres.


Justo cuando dejaste atrás esas manías que ella tanto detestaba y ahora estas dispuesta al compromiso (sentimiento que me aterraba hasta antes de verla durmiendo cerca mío y darme cuenta que eso es lo que quiero para siempre), a pelear por alguien, a no celar tanto, a una relación de adultos pero divertida, resulta que no es suficiente, que aun falta aceptar algo que es sumamente importante (y que no sé si mi racionalidad y mi corazón lo permita).


Por momentos me causa hasta gracia porque dejamos todo, incluyendo otras personas, y ahora nos dejamos por esa misma persona. Quisiera que por mi también tuviera esta tenacidad con la que pelea por su libertad, ojala que esta otra persona pueda llenar el espacio que, aparentemente, estoy dejando. Realmente deseo que sea una gran persona y que sepa lo que está haciendo por ella, por hablarle, por reírse y por conversar de vez en cuando.


Creo que es en vano decirle algo a la señorita aquella pero si pudiera solo le diría que es un honor ganar una batalla como esta, que mi (hasta ahora) novia no suele defender tanto a la gente y que aproveche esto porque realmente está jugando todo por usted, se está jugando el futuro, el equipo que éramos o que somos, las películas interminables en el sillón, la idea de la empresa, los viajes, las compras de libros sin importar cuánto cuesten porque la tarjeta los paga todos, las maquinitas pero sobretodo está dejando por usted la magia que hay cuando estamos juntas, eso que nació de pronto en un carro amarillo de Test Track en Disney cuando agarró mi mano porque nos daba miedo el camino y no sabíamos que iba a pasar, esa sensación de seguridad infinita que tengo de saber que a su lado nada me va a pasar, la tranquilidad que siempre dice sentir cuando le sobo la espalda una semana al mes y sobre todo cuando me duele la cabeza por aquellas migrañas que tanto odio y ella se sienta a conversarme para que se me pase (porque aunque el dolor no termine, con ella se hace más llevadero). Que honor ganar todo eso, espero sepa lo que tiene.


A pesar de todos mis intentos porque esas conversaciones terminen sé que no pasará. Lo sé porque la conozco tanto como a mí misma (y eso que hay cosas de mí que aun me sorprenden). Espero equivocarme o por lo menos espero que me siga mintiendo, creo que mi devoción ha llegado a tal punto que no me importa que me mienta, yo le creo, todo lo que salga de ella para mi es verdad y confío en ella más que en nada en el mundo porque es a quien, con esa libertad que tanto proclama, escogí para formar mi vida. Y si mal no recuerdo fue ella quien en la oscuridad y frio que puede dar Orlando en invierno me pidió que fuera su esposa, esa promesa también se va por la libertad y por el miedo de que controle su vida, se va junto con mas promesas como regresar a Disney, tener hijos (idea que últimamente no la tenemos clara), comprar muchos aparatos , un sofá cama, un plasma que pondremos al pie de la cama y ese tipo de cosas que aunque parecen simples son las que nunca se planea con alguien si no es especial.


Creo que así es la vida, todo se regresa. Por mi parte sabes que estaré siempre ahí para lo que necesites y pase lo que pase ahora más tarde o por tu cabeza yo siempre querré que seas feliz.


Gracias por considerarme tu esposa tanto tiempo y por enseñarme a ser mejor persona, es algo que nunca podre pagarte.

viernes, 17 de abril de 2009

Buscando perdón




No soy de las personas que se cansa al pedir perdón. Normalmente me siento tan mal de hacerle algo a alguien que quiero que me desvivo en perdones hasta que, o me perdona o me grita que me perdona para que no moleste mas.



En este caso es un poco más complicado. Me pregunta ella porqué le compro regalos y me reclama que no debo comprarle nada y menos por lo que pasó hoy en el almuerzo y en la cena, yo no sé que responder porque solo quiero que se sienta bien, en realidad el regalo no fue por culpa sino por intentar arrancar una sonrisa de ese rostro que ahora es sombrío y se escapa de mi radar siempre que puede.



Perdóname, a mi me ensenaron a pedir perdón comprando cosas y hoy lo hice. Sé que no es la forma correcta pero lo único que me falta es saltar cual mono a ver si te ríes. Yo me reiría si tu saltaras como mono, en realidad, me reiría porque no te saldría el salto ese del mono, pero agradecería y apreciaría el intento con una gran risotada.



Hay temas que uno no debe tocar con alguien y cosas que uno no debe decirle a alguien, el problema es que a pesar de que lo sé no logro recordarlo en el momento adecuado, esto quiere decir que soy una desmemoriada? O que simplemente mi grado de estupidez crece con los días?



Si tuviera la oportunidad de retroceder el tiempo volvería a las 4 de la tarde de hoy cuando sacudía al pato Donald que indiscretamente se metió entre las sabanas. Esas cuatro de la tarde que nos hacen salir corriendo y quedarnos botadas en un lugar que no conocemos porque hemos salido tarde para ir a tu cita con el médico, aquel medico (o aspirante a serlo) que te mira con deseo (por lo menos es lo que creo) y al que miro con cierta cólera (y se da cuenta).



Pienso en rendirme y bailar cual mono loco para que aquella señorita, que probablemente este leyendo esto, me perdone. Realmente mientras escribo pienso en que si comprar aquel regalo fue un avance o la molesté mas. No puedo evitar reírme de mi ocurrencia, como se me ocurre comprar un regalo, rogarle a la señorita que use el papel de corazones y le ponga aquel moño rojo que me encanto. Odie a la señorita de la tienda.



Buenas noches – dice la señorita



Que tal, por favor para regalo – digo



Para niño o niña? – pregunta ella muy inocente y amable hasta el momento



El de corazones por favor – digo apurada y emocionada porque quiero que lo envuelva y deje de hacer tantas preguntas



Desea que lo envuelva en bolsita o como regalo normal? – me dice con la paciencia del mundo.



Regalo normal? Como es que un regalo es anormal? – pienso, pero mantengo la compostura y el silencio que corresponde.



En bolsa está bien – digo



Lo desea con moño? – dice sin siquiera mover las manos



Si señorita, quiero un regalo completo – digo con una voz jodida



Si claro, un momento por favor – me dice mientras comienza a mover las manos, buscar el papel de corazones y armar el bendito moño. La armada de moño le demoro tanto que pensé por un momento que le había pedido armar un árbol de navidad con una mano y apoyada en el pie derecho mientras saca la lengua. Aun no entiendo que de especial tenía ese moño pero quedó lindo.



Al fin me dio el regalo, selló mi ticket de compra y salí corriendo antes que me dijera el “speech” final de estas tiendas.



Todo eso tuve que pasar para dar este regalo que al final solo jodió más las cosas.
Finalmente, aun sigo sin entender porque yo perdono tan rápido y a la gente le cuesta tanto perdonarme. Acepto sin dudar que digo tonterías, soy bastante distraída y a veces hablo de más pero cuando pido perdón lo hago con la mayor sinceridad del mundo y no hay pelea que me aleje de la tristeza que me da que no me mires ni me hables como siempre.



Perdón, perdón, perdón.



Me perdonas?